Publicidad

 

UC - Críticas

Países: Polonia y Suecia.
Año: 2011.
Duración: 92 min.
Género: Drama histórico.

Dirección: Lech Majewski.
Guion: Michael Francis Gibson y Lech Majewski.
Producción: Lech Majewski.
Música: Lech Majewski y Józef Skrzek.
Fotografía: Lech Majewski y Adam Sikora.
Montaje: Eliot Ems y Norbert Rudzik.
Diseño de producción: Marcel Slawinski y Katarzyna Sobanska.
Vestuario: Dorota Roqueplo.
Distribuidora: Surtsey Films.

Estreno en España: 14 Diciembre 2012.
Calificación por edades: No recomendada para menores de 12 años.

Interpretación: Rutger Hauer (Pieter Bruegel), Michael York (Nicolaes Jonghelinck), Charlotte Rampling (María), Joanna Litwin (Marijken), Dorota Lis (Saskia).


EL CUADRO EN MOVIMIENTO

"El Molino y la Cruz" es el interesante, pero vacuo, intento de dar vida a los personajes que habitan la imagen fija de un cuadro. Nunca antes había sido tan realista la incursión cinematográfica en los entresijos de una obra pictórica, dándole moviimento, voz y acción. A través de las últimas técnica informáticas, el 3D y otros inventos modernos relacionados con la imagen, en esta película se obra el milagro de hacer creíble al espectador que está en el interior del cuadro, recabando detalles que de otra manera le serían esquivos a una mirada poco entrenada en el estudio de las pinturas. El problema de esta hazaña, es la falta de profundidad de la propuesta más allá de lo estilístico.



SINOPSIS: La obra maestra épica del pintor Pieter Bruegel “Camino al calvario” narra la historia de la Pasión de Cristo situada en Flandes bajo la dura ocupación española de 1564, el mismo año en el que Bruegel pintó esa obra. De entre más de medio millar de figuras que pueblan el lienzo de Bruegel, “El molino y la cruz” se centra en una docena de personajes cuyas vidas se entrelazan en un paisaje panorámico poblado por aldeanos y jinetes de capa roja. Entre ellos se encuentra el propio Pieter Bruegel (interpretado por Rutger Hauer), su amigo y coleccionista de arte Nicolaes Jonghelinck (Michael York) y la virgen María (Charlotte Rampling).



La película visualmente logra fascinarnos por completo y cada detalle del lienzo en movimiento está cuidado al máximo, mención aparte merece la extraordinaria fotografía del propio director junto a Adam Sikora, que consigue recrear el ambiente lumínico de la obra y de ese estilo pintura, consiguiendo que cada uno de los encuadres se convierta a su vez en un cuadro propio de extrema belleza. ¿Entonces, qué es lo que falla? Pues en realidad, todo lo demás. El film carece de ritmo y diálogo, el argumento se aguanta por pinzas y apenas avanza durante el metraje, los personajes que cobran vidan son unidimensionales y sus movimientos no aportan nada a su mundo interior (es decir, no explican nada más que su imagen fija del cuadro, por lo que es un contrasentido querer darles vida)... Todo ello hace que después de una media hora inicial donde estamos embobados por el bello despliegue tecnológico alcanzado, a medida que avanzamos con el visionado, se apoderará de nosotros una irresistible tendencia al bostezo generalizado.



"El Molino y la Cruz" desaprovecha su mágico punto de partida y se convierte en un film más inmóvil que un lienzo, donde tan sólo destacan los momentos de extrema violencia con que su autor salpica la obra para denunciar la ocupación española de Flandes (es curioso oír a algunos soldados de casacas rojas hablando en español en la versión original) y la cristianización de la Inquisición, que el pintor Bruegel contraponía a la Pasión de Cristo bajo la dominación de un molino como símbolo de Dios. El simbolismo es importante en la película, en realidad se coge prestado de la pintura, y aunque para los no iniciados en este arte resultan didácticas las breves explicaciones que se ofrecen sobre el significado de los elementos que componen el cuadro, uno no entiende el significado de realizar una película con tan poca vida propia.




UC (Daniel Farriol).

TRAILER